INGREDIENTES (para 3 o 4 personas):
Masa de hojaldre
1 calabacín mediano
1 calabacín mediano
1 cebolla
1 cebolleta
1 paquete de medallones de queso de cabra
1 paquete de bacón en tiras
6 champiñones grandes
1 huevo (para pintar)
Semillas de sésamo y ajenuz
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra recién molida
PREPARACIÓN
Empezar preparando el relleno. Picar la cebolla y la cebolleta. Reservar.
Cortar el calabacín en cubos y los champiñones.
En una sartén, con dos o tres cucharadas de aceite de oliva, pochar la
cebolla y la cebolleta hasta que comiencen a coger color.
Añadir el bacón y cuando empiece a dorar añadir el calabacín.
Remover y pochar unos minutos más hasta que comience a estar blando.
Añadir entonces los champiñones y salpimentar.
Cocinar un par de minutos más y retirar del fuego. Dejar atemperar el
relleno para poder trabajar con el hojaldre sin que se desmorone por el calor.
Mientras se enfría el relleno, calentar el horno a 220º, con la bandeja
dentro.
Para el montaje desenrollar la lámina de hojaldre, dividirla mentalmente en
tres tercios cortando uno que será la tapa y dejando un cuadrado que será la
base.
Si tenéis el rodillo mágico pasarlo por el tercio de hojaldre para generar
el enrejado y si no, con paciencia, hacer cortes con un cuchillo de manera
semejante.
Colocar el relleno ya frío sobre la base del hojaldre dejando un margen y
repartir el queso de cabra troceado por toda la superficie.
Estirar el hojaldre separando el dibujo para formar el enrejado y cubrir
con este todo el relleno, sellando los bordes.
Pintar con huevo batido y espolvorear con sésamo y ajenuz.
Meter al horno sobre la bandeja caliente y bajar la temperatura a 210º.
hornear alrededor de 25 minutos, hasta que el hojaldre esté bien dorado y
crujiente.
Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Este paso es muy importante si queréis conseguir un hojaldre extra
crujiente que dure así muchas horas.
Cortar y servir acompañado de una ensalada fresca. Una comida sana, ligera
y casi sin trabajo!
NOTA: El ajenuz, o kalonji, o semillas de cebolla
negra, lo podéis encontrar en las tiendas pakistaníes.
Es una semilla muy aromática, con un fondo de sabor que recuerda al puerro.
Espolvoreado en este tipo de preparaciones añade matices inesperados de
sabor al conjunto que elevará vuestro hojaldre un escalón a los ojos de
vuestros invitados.
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